Nuestra bodega está en Valdevimbre, sobre un enclave único desde el que se avistan las montañas al norte y los valles y páramos al sur. Una atalaya coronando las cuevas subterráneas que tanto vino albergaron a lo largo de los siglos.
Una bodega diseñada para trabajar por gravedad, minimizando el bombeo mecánico y el empleo de elementos móviles que entren en contacto directo con el producto, reduciendo así el consumo de energía y preservando las características y aromas naturales de nuestros vinos. Una bodega para una enología poco intervencionista, acompañando y controlando el desarrollo de la vinificación ecológica de la forma más natural.
Trabajamos la crianza y maduración de nuestros vinos con paciencia y respeto. Utilizamos para ello depósitos de hormigón y barricas de roble francés de diferentes tamaños y usos.